Fotógrafa captura la energía de los caballos salvajes

“Quería mostrar un lado completamente nuevo de los caballos”, le dijo Maiwald a weather.com. “La belleza gloriosa, pero también la fortaleza que deja cicatrices. Intenté captar el precio invisible de la libertad”. Estos animales le proporcionaron una variedad de emociones. “En un determinado momento [los caballos] pueden estar luchando a muerte entre ellos, y solo unos minutos más tarde, todo parece calmo y tranquilo de nuevo”.

Si bien el origen de estos caballos en Bosnia es un misterio, voluntarios locales han aceptado su presencia y trabajan para mejorar la conciencia de las personas. “Es una oportunidad excepcional para que todos los amantes de la naturaleza y la vida salvaje puedan acercarse a los caballos y convertirse en una parte de la manada, porque eso es lo que realmente se siente cuando los visitas”, afirmó Maiwald. Son diferentes de los caballos domesticados, afirmó la fotógrafa. “Son completamente salvajes, pero a la vez son más dulces que la mayoría de los caballos domesticados que he conocido. Sus instintos son muy sensibles, por lo que es fácil para los humanos conectarse con ellos mediante lenguaje corporal.

Sin embargo, acercase a los animales puede ser más fácil que fotografiarlos. Maiwald afirmó que el tiempo fue la parte más difícil a la hora de tomar las imágenes. Le preocupaba que el tiempo cambiante no le permitiera captar el “magnetismo único” y la “increíble energía” de los caballos.

“En las montañas, [el tiempo] puede cambiar en cualquier momento”, afirmó. “El sol podía estar brillando en un momento, pero un minuto después, podía estar lloviendo. Fue muy difícil proteger el equipo de la cámara de las condiciones cambiantes”.

La fotógrafa alemana comenzó a hacer fotografías desde muy pequeña. Cuando creció, no estaba segura cómo combinar su pasión por la fotografía con su amor por los caballos. “Simplemente no sabía que esa combinación existía”, afirmó Maiwald. Recién cuando se convirtió en diseñadora gráfica comenzó a dedicar más tiempo a su pasión por la fotografía. Sin embargo, luego de comprar su propio caballo, todo cambió. “Poco tiempo después de eso, me di cuenta de que es aquí donde pertenezco”.

“[Esas] fotografías no se parecen en nada a mi trabajo reciente, pero me sentía satisfecha intentando capturar la verdadera naturaleza de un caballo”, afirmó. “Me encanta estar cerca de esos animales, trabajar en la naturaleza y obtener una conexión especial con ellos durante la sesión”.

Desde entonces, ha pasado varios años dedicando tiempo a comenzar una serie de fotografías centradas en la naturaleza pura y salvaje de los caballos. “Esto significa que viajaré para conocer varias poblaciones de caballos salvajes alrededor del mundo”, afirmó. En su primer viaje, llegó a Bosnia, donde se encontró con un experto en caballos que le mostró las manadas salvajes en las montañas. Según Maiwald, estas manadas han sobrevivido 60 años de veranos calurosos e inviernos helados. “Son completamente libres, y su vida depende de ellos mismos”.

Maiwald planea viajar por el mundo durante un par de años para trabajar en esta serie. “Quiero crear un homenaje personal para estas criaturas incomparables que, para la mayoría de las personas, son un símbolo de confianza, alegría y esperanza”, afirmó. “Esta es mi forma de retribución, mostrarlos al mundo, para que también iluminen la vida de muchas otras personas”.

“No somos tan diferentes de ellos. Atravesamos picos y valles, dudamos en nuestros momentos más oscuros y brillamos en los más radiantes. Sentimos y causamos dolor, nos lastimamos y sanamos, lloramos, amamos, vivimos; igual que los caballos salvajes”, afirmó. “Los caballos son mucho más fuertes de lo que la mayoría de las personas piensa, y esto es lo que quería mostrar en mis fotografías: la radiante perfección en los lugares menos esperados”.

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